1994 | Ese momento en el que los directores ejecutivos de siete grandes empresas tabacaleras declaran bajo juramento que la nicotina no causa adicción.
“Esta es una audiencia histórica. Por primera vez, los directores ejecutivos de las empresas tabacaleras de nuestro país están testificando juntos ante el Congreso de los EE.UU. [...] Durante décadas, las empresas tabaqueras han estado exentas de las normas de responsabilidad y rendición de cuentas que se aplican a todas las demás empresas estadounidenses. Las empresas que venden aspirinas, coches y refrescos están sujetas a normas estrictas cuando causan daños.
No permitimos que esas empresas vendan productos que ponen en peligro a los consumidores de forma imprudente. No les permitimos que supriman las pruebas de los peligros cuando se producen daños. [...] Y exigimos que, cuando se produzcan problemas, las empresas y sus altos ejecutivos rindan cuentas ante el Congreso y el público”.
No permitimos que esas empresas vendan productos que ponen en peligro a los consumidores de forma imprudente. No les permitimos que supriman las pruebas de los peligros cuando se producen daños. [...] Y exigimos que, cuando se produzcan problemas, las empresas y sus altos ejecutivos rindan cuentas ante el Congreso y el público”.
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